El Señor de la Peña es una enorme roca con forma
de rostro (perfil y cabellera), desprendida de las estribaciones de la Sierra
del Velasco de remota fecha (sin determinar con exactitud). Se encuentra ubicada
geográficamente en el Paraje "El Barreal" Departamento Arauco a 95 Kms
de la ciudad de La Rioja y 47 de la Ciudad de Aimogasta (cabecera
departamental).
Gentileza: Fredy Páez Lucero
Se dice que los
habitantes Diaguitas fueron los primeros en encontrarla, tomándola como punto
de referencia para cazar y en su sombra resguardarse de las altas temperaturas
de la región. Estos lo llamaron primitivamente “Llastay” divinidad diaguita que
hace referencia al dios tutelar de los animales del cerro, tal vez por su
rostro antropomórfico que asemeja a una persona mirando a la montaña.
Con el paso del tiempo y
tras la conquista española llega la misión de cristianizar, aprovechando esta
imagen de gran devoción indígena para inculcar que se trataba del rostro de
Cristo, desde allí que toma este nombre, “El Señor de la Peña” Señor por Cristo
y Peña por la roca, aunque también fue conocida como la “Peña de Arauco”.
Para el siglo XIX se fue
haciendo cada vez más conocida por arrieros y baqueanos de Aimogasta y la Costa
riojana, es así que Don Vicente Cedano residente del Distrito Machigasta (Dpto.
Arauco) en el año 1842 se aventura en escalar y colocar la cruz de hierro que “aún
permanece” en su cima.
En un principio la
iglesia católica no aceptaba la veneración de esta masa pétrea, hasta se enviaban
custodios para evitar su adoración. Sin embargo, los lugareños solían
esconderse hasta que la custodia abandonara el lugar, y así poder demostrar su
devoción. Con el paso del tiempo, la feligresía fue haciéndose más popular en
el resto de la provincia.
La asunción de Monseñor
Enrique Angelelli a la Diócesis Riojana en el año 1968 guiado por la
orientación Pastoral del Concilio Vaticano Segundo, significó un gran paso para
la aceptación “definitiva” de este lugar, como espacio de verdadero regocijo cristiano.
A fines de la década del
60 el cura párroco de Arauco, Julio Cesar Goyochea construyó el primer Vía
Crucis de piedra y cemento en el lugar.
En el año 1978, el
gobierno provincial con su entonces gobernador Llerena, promulga mediante Ley
3.828/78 la adjudicación al Obispado de La Rioja, un total de 30 hectáreas, en
un polígono que encierra 8.823 metros cuadrados.
Por ser un lugar que se considera sagrado, es
decir, que está bajo la protección de Dios es que desde el año 2022 se lo considera como Santuario
En cuanto a los estudios
realizados no hay fecha exacta que indique desde cuando está la roca en el
lugar, aunque a principios de siglo XX el arqueólogo Eric Boman fue quien
determina el desprendimiento en un cálculo estimativo de un poco más de mil
años, tal vez por un gran movimiento telúrico debido a la zona sísmica en la
que se encuentra, pero también por la propia erosión o una gran tormenta que
desprendió esta y otras rocas que se encuentran desperdigadas en cercanías y
alrededores.
Para la fe cristiana y
miles de personas que llegan al lugar en cada Semana Santa desde distintos
puntos de Argentina, caminando, a caballo, en bicicleta o en otras modalidades
de transporte, significa más que una simple roca en el desértico paraje,
significa una devoción única de agradecimiento por los favores o promesas
cumplidas.